Un día la persona se pone a pensar y ve que sólo le resta un mes más como Erasmus. ¿Desespero? ¿Tristeza? ¿Pánico? ¿Como es dejar de ser Erasmus de un día para el otro?
El Erasmus tiene sus dificultades. Ni todos los días son coloridos y tampoco todo es diversión. Pero mismo con todo eso, aquellos que lo hacen le disfrutan y a ellos les costa dejar. Volver al país de origen no es un momento fácil. Pero hay que elegir perder los momentos finales llorando o disfrutarlos intensamente.
Más un año universitario se está acabando, y con el fin del año se marchan los Erasmus. El momento final es marcado por rituales que no pueden ser olvidados, según los ex Erasmus entrevistados. Hay que hacerlos para tener suerte y volver a Madrid otras veces.
Talita Vieira, 24 años, brasileña, hizo su Erasmus el año pasado y cuenta un poco lo que aprendió con otros Erasmus. “No se puede dejar Madrid sin ir a comer por la ultima vez en los 100 Montaditos de Ópera, sin sacar la última foto con El Madroño, sin ir a los bares de tapas de Chueca, sin ir a
La italiana Annachiara Belino acabó su Erasmus el año pasado, pero continuó en Madrid más tres meses. Para ella, la ruta de la despedida es mucho importante para conseguir volver muy pronto a Madrid. “Salir de Madrid sin comer croquetas con patatas con salsa brava y sin beber una caña de Mahou en último día atrae mala suerte” – cuenta la chica con los ojos llenos de agua, por echar la movida madrileña.
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