29 de abril de 2010

La semana del BarCo


La sala BarCo presenta una programación musical centrada en la música en directo. Cada martes, las Big Bands ofrecen los conciertos más concurridos. Los miércoles se programan directos de los combos de la Escuela Creativa para descubrir a las nuevas jóvenes promesas de la escena del jazz en Madrid. Las actuaciones de flamenco son las protagonistas de la noche de los jueves, con tertulia incluida, a partir de las 00.30 horas.


Con la llegada del fin de semana, la madrugada de los viernes y sábados está marcada por la presencia de dj´s que mezclan ritmos de pop electrónico, soul, funky, latin-jazz y rythm & blues, hip-hop o breakbeats-old school. A lo largo de cada mes, los nueve dj´s residentes en la sala, alternan su presencia y estilo para ofrecer una gran velada gracias a la impresionante acústica de BarCo.



Sala BarCo

Calle del Barco, 34

915317754
Horario: de 22h a 5h30, viernes y sábados hasta las 6h.

El Barbú

Situado en la céntrica calle de Santiago, casi en la madrileña plaza de Ópera, El Barbú es un local ecléctico, con tenue iluminación y una decoración en colores tierra que crea un ambiente íntimo y acogedor. El local se caracteriza por tener múltiples rincones escondidos caracterizados por la indefinición y el mestizaje. El Barbú reúne a ritmo de funky y house a una clientela heterogénea que ronda los 30 años, moderna, grupos más numerosos o estudiantes de Erasmus. En definitiva, gente cosmopolita que busca un local de moda que alargue su cierre.


Dispone de tres ambientes distintos y diferenciados con un acertado gusto eléctrico. La incorporación de unos puntos de luz tenue le da un aire misterioso y al tiempo señorial, como de antigua casona o castillo, con cierta apariencia gótica. Nada más entrar encontramos una barra con mesas y sillas alrededor; si continuamos por el pasillo accederemos a otra sala con un pequeño escenario, cabina de dj y otra barra; y en la planta inferior, sala de baile y una nueva barra.


Cada mes ofrece un programa variado que incluye exposiciones temporales de cuadros y fotografías, ciclos de arte dramático, festivales de cortos, actuaciones de música en directo y dj´s que pinchan drum and bass y minimal, house. Todo ello, unido a una amplia carta de coctelería, completa la oferta de este local con aires de club. Los jueves, viernes y sábados se cobra entrada a partir de la 1 h., aunque ese precio incluye una consumición.



El Barbú Club

Calle De Santiago, 3

M – S de 22.30 a 06 h.

Noche Chanante en Galileo Galilei


Un viernes al mes los humoristas que protagonizan Muchachada Nui, Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes, ofrecen una velada repleta de los gags que les caracterizan, en la madrileña sala Galielo Galilei.


Los veo en directo el pasado 19 de marzo y no me defraudan. Eso sí, el horario es sólo apto para aves nocturnas. La hora de comienzo es la 1.30 de la madrugada, pero entre unas cosas y otras, Joaquín Reyes aparece en escena a eso de la 1.50. La sala está llena hasta la bandera, hay gente sentada en el suelo, en las escaleras o de pie. Su monólogo se alarga durante tres cuartos de hora, y es, como es habitual, desternillante. Hace un repaso de tópicos que a todos nos han ocurrido; la relación con la madre, la novia, el colegio, los amigos, etc. Todo ello en clave del humor albaceteño, seña de identidad.


Ernesto Sevilla es algo más breve y permanece en el escenario algo más de media hora. Las risas continúan y, a pesar del cansancio, el público se muestra muy receptivo. Cuando finaliza su monólogo, Joaquín Reyes sube de nuevo junto a él y cierran la velada entonando un himno para los seguidores “chanantes”, HDP Más. Muy cerca de las 3.30 horas, la noche de humor finaliza, y el público se marcha muy sonriente de la Galileo Galiei, esperando que llegue la actuación del mes que viene.



Sala Galileo Galilei

Un viernes al mes

1.30 h.

10 €

MUSEO DE LOS ORÍGENES DE MADRID




El Museo de Orígenes de Madrid es un museo joven -hasta el año 2007 era llamado Museo de San Isidro- Son pocas las personas que lo conocen y está ubicado en la que fue casa de S. Isidro en pleno Madrid de los Austrias –Plaza de S. Andrés nº 2-.

El precioso edificio data del s. XVI y, después de pasar por numerosos propietarios y por varias reformas, fue derruido y reconstruido en 1974. En el museo han quedado integrados los elementos originales tales como la capilla del s. XVII, el Pozo de los Milagros y el patio renacentista.

Actualmente hay dos exposiciones, la permanente que trata sobre MADRID, CAPITAL DE UN IMPERIO y LA VILLA DE MADRID EN EL S. XVIII. Lugares, vecinos y quehaceres y de una exposición-resumen sobre los ORÍGENES DE MADRID en la que se muestra hasta el mes de Julio la historia de Madrid desde la prehistoria más remota hasta el s. XVII.

Estas muestras están dedicadas a la arqueología madrileña y a la historia de la ciudad. Destacan algunos hallazgos prehistóricos encontrados en diferentes excavaciones de la Comunidad, como vasos campaniformes, o bifaces talladas, de mucho mérito y valor, pero, las muestras quedan bastantes pobres como tales exposiciones. El horizonte de expectativas a la hora de visitarlo es alto porque ofrece un contenido atractivo para conocer el pasado de Madrid, pero los recursos son tan limitados que sabe a poco.

El proyecto es muy interesante y, a pesar de todo, merece la pena visitarlo, pero habrá que esperar a que estas muestras se vayan enriqueciendo con el tiempo para tener un muestrario amplio que nos ayude a conocer –sobre todo a los escolares que lo vistan- el pasado histórico de la capital de España.

ESPAÑA, ITALIA Y AMÉRICA EN EL SIGLO DE LAS LUCES


ESPAÑA, ITALIA Y AMÉRICA EN EL SIGLO DE LAS LUCES

Corona y arqueología en el Palacio Real


Patrimonio Nacional en colaboración con la Real Academia de la Historia refleja cómo se impulsó y desarrolló la arqueología y el estudio de las antigüedades durante el reinado de los Borbones en la exposición, “Corona y Arqueología, España, Italia y América en el siglo de las Luces”.



La muestra, que se exhibe en el Palacio Real de Madrid, incluye 150 obras, como cuadros, muebles, esculturas, monedas o retratos de los mejores pintores de los reyes para explicar la aportación de la Corona a la historia de la Arqueología. Entre las piezas que se exhiben en esta exposición abierta hasta el 11 de julio, destacan el Narciso de Policleto, procedente del Museo del Prado; el busto de Cristina de Suecia, de Cartari, la escultura de Clío, musa de la Historia o el Trajano de Itálica, procedente del Museo Arqueológico de Sevilla. La visita es gratuita.


Está organizada en once salas y manteniendo una secuencia cronológica, la muestra refleja en las primeras salas la tradición de los estudios sobre la Antigüedad en España desde el Siglo de Oro y el profundo cambio que supuso la política cultural de Felipe V. También se subraya el papel de la Real Academia de Historia como promotora de dicha política cultural o el impulso recibido durante los reinados de Fernando VI al organizarse las primeras misiones científicas.


A continuación, las siguientes salas se dedican a la etapa de esplendor que supuso el reinado de Carlos III, al que se le define como el Rey Arqueólogo, con el descubrimiento y estudio de Pompeya y Herculano.
Y finaliza con la prosecución de estas actuaciones durante el reinado de Carlos IV que culminó con la elaboración de las primeras leyes de protección del Patrimonio Histórico. En la muestra también se aprecia el inicio de la arqueología islámica, el desarrollo de los estudios sobre la antigüedad en Hispania y el descubrimiento de la Arqueología Americana, y la creación de la Real Academia de San Carlos en Méjico al servicio de esta política cultural.

Paseo fotográfico

Suena el despertador, es sabado y hace un dia maravilloso. Parece haber llegado el verano pero no, es primavera y el dia es esplendido para dedicarlo a hacer una sesión fotográfica por los lugares mas alternativos de la ciudad, lugares preciosos pero a los que no se les suele dar la importancia que merecen.
Tras un desayuno típico en algun bar de Madrid, comenzamos las jornada por la zona de Embajadores. Es un barrio cosmopolita y lleno de sabor cultural. Las pequeñas tiendas no dejan espacio para los grandes comercios que afean las ciudades. Me paro, al fondo de una calle estrecha aparece una señora con el carro de la compra y las ventanas de los edificios en paralelo despiden un halo de luz perfecto. La composicion esta hecha, en esta eligo la Lomo, solo tengo que disparar mi cámara y seguir caminando en busca de la siguiente escena. No tarda mucho en llegar, una familia con tres hijos me da la oportunidad, los niños estan disfrazados y alborotando es el momento perfecto para hacer la foto. Tras esta escena familiar una obra de arte callejera llama mi atención, hay todo un mural de una casa en ruinas decorado con graffitis ¿arte? ¿suciedad? Sin duda alguna, esto tiene que ser arte.

Despues de Embajadores, otro clásico de Madrid es la zona de la Latina. El carácter bohemio y multicultural de la zona dan cabida a un sinfin de posibilidades en el mundo de la fotografía. Esta vez utilizare mi reflex digital. Me llama la atencion un kiosko de prensa repleto de fascículos, casi no deja espacio para caminar, una señora mayor se dispone a comprar el periódico ¡flash! La escena queda capturada.

Me siento en el banco de un parque a tomarme un refrigerio y descansar del largo paseo que estoy haciendo esta mañana. Pero no hay lugar para el descanso, no paran de sucederse actos dignos de ser fotografiados. Un pequeño pájaro se acerca a la papelera que tengo a mi lado, se sube al borde del cubo con deseos de encontrar comida en su interior, parece que lo ha conseguido y antes de alzar el vuelo con destino a un lugar seguro se apoya en el palo de la papelera para sujetar mejor el trozo de comida que ha conseguido. Mientras tanto he estado sacando fotos por si algo interesante hacía y la verdad, esta ultima escena antes de alzar el vuelo, me ha dado una buena foto del reino animal.

Por hoy ya es suficiente, ahora toca visionar las fotos. Mañana al Rastro.

Crónica de una gacha anunciada


Sin mas ni menos, un domingo cualquiera viendo la tele, hago zapping y me encuentro en el canal autonómico de la comunidad de Madrid un programa de cocina. Se encuentran en un restaurante tradicional madrileño y el plato escogido en memoria al 2 de Mayo, son las gachas. Unas deliciosas y apetecibles gachas. Tomo nota de los pasos que sigue el chef de dicho resaurante para elaborarlas, aunque eso si, con un toque moderno en cuanto a su decoración. Según su opinión modificar una receta tan tradicional quitaría la esencia de la sencillez, lo básico y lo rústico de este plato.

Aquí van las instrucciones recogidas del programa.
En una sartén freímos el aceite con los ajos cortados por la mitad hasta que estén dorados.
Retiramos los ajos y freímos la papada cortada en pedazos pequeños y el pan cortado en dados.
Retiramos y añadimos la harina de almortas, el pimentón, la pimienta, los granos de alcaravea y la cantidad de Agua hirviendo suficiente para formar un puré espeso.
Agregamos los trozos de pan tostados y ponemos en una fuente.
*Almorta: semilla de la planta leguminosa del mismo nombre, que tiene forma de muela.
La harina de almorta se consume en muchos pueblos españoles y constituye la base de las gachas.
*Alcaravea: planta aromática utilizada como condimento.

He decidido complementar la crónica, por si también puede servir de receta para aquellos interesados en hacer unas gachas. La verdad es que tenían buena pinta y la elaboración y explicación por parte del chef fue muy gratificante.

Al terminar el programa decidí buscar los ingredientes que no me había dado tiempo de apuntar asique aquí dejo los ingredientes y la crónica. Espero que aprovecheis para degustar un plato tradicional al que pocas veces se le presta atencion. Yo lo he hecho, y mis compañeras de piso aún me lo agradecen.
Bon profit!

Taller lomográfico


Hoy es un gran día para disfrutar de un taller lomográfico. Madrid es una ciudad perfecta para perderse por sus calles con la cámara al hombro o a la altura de la cintura, como propone el decálogo. Por un módico precio de inscripción me he apuntado a un taller, un pequeño curso intensivo de un día en el que he disfrutado junto a personas que, como yo, están interesadas en la fotografía alternativa.
El taller comienza en la tienda de la calle Echegaray. Si alguien no tiene cámara, el taller dispone de varias para dejarte. En mi caso no es necesario, dispongo de la más clásica lomocámara. Cargada con un carrete comenzamos la primera sesión del taller, el profesor del taller nos pide una imagen de un edificio con una perspectiva vertical. La decisión es difícil, pues nada mas salir a la calle te das cuenta de lo obvio, hay edificios por todas partes ¿cuál elegir? Me doy un pase, pero corto, pues disponemos solamente de quince minutos para conseguir la foto y regresar al punto de encuentro y comenzar la segunda practica.
Parece que mi búsqueda ha dado resultados, pues le he preguntado al profesor que le parecía y me ha dicho que la elección del edificio era buena. Foto conseguida.

En la segunda fase del taller trabajamos con la profundidad de campo, enfocando y desenfocando por doquier. Las posibilidades son múltiples pero hay que decidirse ya que las fotografiás con carrete no son ilimitadas ni tan numerosas como la fotografía digital.

Con la profundidad de campo aprendida, nos disponemos a hacer fotografiás en movimiento para intentar captar el vibrante pulso de la ciudad. Nada parece estarse quieto, todo es fotografiable. Los compañeros de taller andan por aquí y por allá pero yo decido bajar al metro y captar el ajetreado movimiento de los vagones y de la gente al subir y bajar del metro. Tras esquivar a la seguridad del suburbano, ya que no se pueden tomar fotos, realizo un amplio reportaje del momento.

Ya en la superficie, y con el carrete gastado, me dispongo a seguir el taller. Mi taller ha finalizado ya solo queda esperar a ver los resultados y si alguna de mis imágenes se expone en la tienda os avisaré.

Una noche hawaiana en Madrid


11.30De la noche, Pza. de Santa Ana. Somos un grupo de cinco personas. Nos dirigimos en busca de un buen ambiente para comenzar la noche. Vemos una larga cola de personas ¿que ocurre? Cuando preguntamos al ultimo de la fila nos responde, ¿no lo conocéis? Es un clásico de Madrid. ¡Es el bar Hawaiano!. Tras debatir si vamos a hacer la cola, si merece la pena esperar la decisión al fin es unánime ¡nos quedamos!. Tras treinta minutos de espera conseguimos entrar. El camarero nos dispone en una pequeña mesa y acto seguido, para nuestra sorpresa, nos coloca unos collares hawaianos que dan comienzo a la fiesta. Para empezar la noche un gran plato de aperitivos, las mesas colindantes a la nuestra también tienen el mismo aspecto y sus anfitriones están predispuestos a pasarlo bien como si de un luau hawaiano se tratara.

Nos disponemos a comer todos los aperitivos, snacks salados, chucherías, sándwiches...por supuesto a nadie le falta el correspondiente cóctel. Los hay para compartir con la pareja, para compartir entre varios, para uno mismo, infinidad de nombres desconocidos asaltan al cliente en una carta de estética muy cuidada. Sin darnos cuenta estamos pasada la media noche y compartimos la fiesta con el resto de comensales del bar. Hemos conocido a un grupo de chicos y chicas turistas de Londres que conocían de antemano este local y no querían pasar por Madrid sin visitarlo.

Los volcanes, bebida típica de este sitio, llenan las mesas. Con sus características pajitas tamaño XXL la alegría comienza a apoderarse del local, los cócteles humeantes (efectos especiales a cargo de la casa) se vacían a cada rato a la vez que la sala se va llenando de más y más gente.
Un amigo me comenta: menos mal que decidimos entrar, me esta encantando este sitio, volvamos mañana.

Pero ya son las dos de la madrugada y varios amigos tienen la necesidad de bailar y a pesar de que el hawaiano es un gran sitio, no dispone de lugar de baile. Asique sintiéndolo mucho, con nuestros collares al cuello, nos tenemos que ir. Suerte que la Pza. Santa Ana, esta situada en uno de los lugares con mas marcha de Madrid, por lo que solo tenemos que salir y dejarnos guiar por las invitaciones de los animadores de los locales. Por lo menos podemos decir que hemos probado algo nuevo y alternativo para la degustación de comida y bebida en la capital.

Un rincón de Asia en Madrid

Un sábado cualquiera en el centro de Madrid nos da opción a tomar el día como si de una excursión por un país asiático se tratara. Las múltiples posibilidades gastronómicas de Madrid se ven ampliadas diariamente con la incorporación de nuevos restaurantes asiáticos en la cartelera culinaria. Dentro de la comida asiática, hay que distinguir en tre la comida japonesa ligera y saludable, la comida china, sabrosa y rica en verduras y carnes, o la comida tailandesa, apta para los paladares más atrevidos con sabores inusitados.

Comencemos la jornada con un divertido “dim sum” o aperitivos chinos.


Le Dragon
Se trata de un restaurante de ambiente moderno y agradable, a base de tonos rojos y negros, con el toque inconfundible del diseñador de interiores Ignacio García de Vinuesa. En él podemos encontrar una variada selección de dim-sum preparada por los mejores chefs y cuidando al mínimo detalle la presentación, punto fuerte del Dim Sum.

Gil de Santibáñez, 6 - 91 435 66 68


Tras un paseo disfrutando de la mañana por Madrid, llegamos a la famosa zona de Chueca, divertida y fiestera por sus tan ambientadas calles y caracteríscas tiendas. Después de ir de shopping llegando de Fuencarral, y con el estómago preparado para comer, un restaurante llama nuestra atención. Amplias vidrieras, un cartel llamativo con colores simbólicos y un nombre, dificil de pronunciar pero imposible de olvidar: llegamos a “Wagga Boo”.


la comida es muy rica y de precio está más que aceptable (20-25 euros por cabeza aprox) En general el único riesgo es entusiasmarse al conocerlo y quemarlo de ir una y otra vez. Si se consigue no caer en la tentación de quedar a comer y cenar aquí con todos los conocidos de manera compulsiva es un restaurante estupendo. Este restaurante sigue la tendencia de cocina vista, es decir, mientras disfrutas de un plato de “noodles” puedes ver cómo los cocineros asiáticos trabajan el wok.

Para aligerar la digestión de la apetitosa comida del almuerzo, la recomendación es tomarse un té al más puro estilo japonés. O si apetece, cualquier otra variedad de té disponible en Bomec.

Un concepto diferente de tetería- tienda para satisfacer a los más sibaritas y especialistas en esta bebida y en el ritual que la acompaña. Más de 160 variedades de té de la mejor calidad y traídas de lugares como China, Taiwán, Tailandia, África, India y Japón.

El té puede degustarse en el propio salón, decorado al más puro estilo asiático, con fuertes contrastes entre rojos, negros, verdes y con luz tenue y fuentes; un lugar de Lujo zen, espacioso, tranquilo y en el que no es difícil encontrar sitio. Como dato curioso, Madrid On ha descubierto que aquí compraba el té Victoria Beckham cuando vivía en Madrid.


Para terminar el día, o empezar la noche, nada mejor que una degustación del mejor sushi. Para ello no hace falta desplazarse a Japón, el sushi está en Madrid y sus cocineros también. Para disfrutar de esta comida hay multiples opciones en Madrid, pero teniendo en cuenta la economía la recomendación de Madrid On se llama Japotalego. Este nombre parte de internet. El boca- oído – teclado funcionó a la perfección con este restaurante dotándole de la fama que hoy ostenta. Situado en el centro de Madrid nos permite vivir el ambiente japonés y disfrutar, además de un buen sushi de un helado de judía o bombones de té verde. Para los visitantes que no quieran perderse, pueden preguntar o buscar por su verdadero nombre, Musashi.


De vuelta a España y con la noche sobre nuestras cabezas podremos disfrutar de algún cóctel en alguno de los locales que se multiplican por madrid. Quienes estén interesados, pueden acudir a los reportajes de nuestro blog dedicados a la noche en Madrid alternativa. Desde el equipo de redacción esperamos que disfrutéis de la comunidad asiática en la capital con nuestras recomendaciones.

Lomografía, arte en Madrid





Desenfocado, sobreexpuesto, saturado... Estos adjetivos solían describir una mala fotografía. Sin embargo, gracias a la lomografía se llenan de nuevos valores positivos y hacen que los que no tengan buen pulso puedan ser grandes fotógrafos.

ORIGENES







Todo surgió por una cámara defectuosa que no se adaptaba a los canones buscados por los fotógrafos. Pero las ganas de innovar vencieron a sus defectos. Un grupo de personas decidió adoptar a la esta cámara y hacer de ella un modo de vida y un nuevo modo de ver la fotografía. Comenzaba así la lomografía.


Según el mito, la utilizaban los espías de la KGB para fotografiar planos secretos y armas; y según este mismo mito estas cámaras fueron copiadas de un modelo japonés que tenía la propiedad de fotografiar a oscuras, por lo que era ideal para el espionaje. Mientras que otros afirman que fue inventada por un par de amigos, un ingeniero y un profesor, quienes tuvieron la idea de fabricar una cámara pequeña y simple para entretener a lo soviéticos y que luego fue fabricada en masa por la Unión de Ópticos de Leningrado. Pero estos mitos no son de gran interés para los aficionados a la lomografía.





¡YO TAMBIEN QUIERO UNA!

Después de este primer contacto, amigos, parientes, conocidos y desconocidos querían poseer una LOMO, por lo que se empezaron a importar del antiguo bloque soviético de forma clandestina. Fiegl y Stranzinger fundaron en Viena la Sociedad Lomográfica (Lomographische Gesellschaft), con el fin de transmitir el mensaje de la lomografía a todo el mundo.
La primera exposición lomográfica internacional fue en 1994 en Moscú y Nueva York simultáneamente. Se podían ver miles de fotografías sobre Nueva York en Moscú y viceversa.


Por aquellos tiempos se fundó la primera Embajada Lomográfica en Berlín. Esto dio lugar a las lomoembajadas, punto de encuentro donde se realizaban actos lomográficos locales, tours lomográficos... Actualmente hay más de 70 distribuidas por 30 países. También tiene esta fecha el nacimiento de lomo.com, central desde donde se coordinaba la comunicación lomográfica.

EL FENOMENO CRECE

A partir de aquí el fenómeno crece a nivel acelerado. Se crea lomography.com, nacen lomoembajadas, se realizan encuentros internacionales, se producen nuevos modelos ( Action Sampler, la SuperSampler, la Pop9), campeonatos a nivel mundial, lomoolimpiadas, publicación de libros, tiendas “Lomography Shop”...


LAS REGLAS ESTAN PARA SALTARSELAS

Con el siguiente decálogo podríamos resumir la loca filisofía de este movimiento fotográfico, aunque como bien dice la regla número diez, lo más importante es no seguir ninguna regla, sólo disfrutar haciendo fotos que al fin y al cabo es lo que mueve al fotógrafo ya sea profesional o aficionado.




1.Lleva siempre la cámara contigo.
2.Utilízala de día y de noche.
3.Lomografiar no interrumpe tu hacer cotidiano, la pone en escena.
4.Dispara desde la cadera.
5.Acércate todo lo que puedas a tu objetivo.
6.No pienses.
7.Sé rápido.
8.No importa lo que tienes en la pelicula.
9.Luego tampoco.
10.No te preocupes por ninguna de las reglas.
No pienses, ¡Dispara!







Personajes famosos han confesado ser lomógrafos como Robert Redford, Moby y Michael Schumacher.
Las cámaras siguen llegando a las tiendas de fotografía, aunque no a precios soviéticos, existiendo nuevas variaciones sobre la original producidas en diferentes países como Rusia o China. La filosofía de la Lomografía se puede condensar en la frase "¡No pienses, dispara!"