Suena el despertador, es sabado y hace un dia maravilloso. Parece haber llegado el verano pero no, es primavera y el dia es esplendido para dedicarlo a hacer una sesión fotográfica por los lugares mas alternativos de la ciudad, lugares preciosos pero a los que no se les suele dar la importancia que merecen.
Tras un desayuno típico en algun bar de Madrid, comenzamos las jornada por la zona de Embajadores. Es un barrio cosmopolita y lleno de sabor cultural. Las pequeñas tiendas no dejan espacio para los grandes comercios que afean las ciudades. Me paro, al fondo de una calle estrecha aparece una señora con el carro de la compra y las ventanas de los edificios en paralelo despiden un halo de luz perfecto. La composicion esta hecha, en esta eligo la Lomo, solo tengo que disparar mi cámara y seguir caminando en busca de la siguiente escena. No tarda mucho en llegar, una familia con tres hijos me da la oportunidad, los niños estan disfrazados y alborotando es el momento perfecto para hacer la foto. Tras esta escena familiar una obra de arte callejera llama mi atención, hay todo un mural de una casa en ruinas decorado con graffitis ¿arte? ¿suciedad? Sin duda alguna, esto tiene que ser arte.
Despues de Embajadores, otro clásico de Madrid es la zona de la Latina. El carácter bohemio y multicultural de la zona dan cabida a un sinfin de posibilidades en el mundo de la fotografía. Esta vez utilizare mi reflex digital. Me llama la atencion un kiosko de prensa repleto de fascículos, casi no deja espacio para caminar, una señora mayor se dispone a comprar el periódico ¡flash! La escena queda capturada.
Me siento en el banco de un parque a tomarme un refrigerio y descansar del largo paseo que estoy haciendo esta mañana. Pero no hay lugar para el descanso, no paran de sucederse actos dignos de ser fotografiados. Un pequeño pájaro se acerca a la papelera que tengo a mi lado, se sube al borde del cubo con deseos de encontrar comida en su interior, parece que lo ha conseguido y antes de alzar el vuelo con destino a un lugar seguro se apoya en el palo de la papelera para sujetar mejor el trozo de comida que ha conseguido. Mientras tanto he estado sacando fotos por si algo interesante hacía y la verdad, esta ultima escena antes de alzar el vuelo, me ha dado una buena foto del reino animal.
Por hoy ya es suficiente, ahora toca visionar las fotos. Mañana al Rastro.
Tras un desayuno típico en algun bar de Madrid, comenzamos las jornada por la zona de Embajadores. Es un barrio cosmopolita y lleno de sabor cultural. Las pequeñas tiendas no dejan espacio para los grandes comercios que afean las ciudades. Me paro, al fondo de una calle estrecha aparece una señora con el carro de la compra y las ventanas de los edificios en paralelo despiden un halo de luz perfecto. La composicion esta hecha, en esta eligo la Lomo, solo tengo que disparar mi cámara y seguir caminando en busca de la siguiente escena. No tarda mucho en llegar, una familia con tres hijos me da la oportunidad, los niños estan disfrazados y alborotando es el momento perfecto para hacer la foto. Tras esta escena familiar una obra de arte callejera llama mi atención, hay todo un mural de una casa en ruinas decorado con graffitis ¿arte? ¿suciedad? Sin duda alguna, esto tiene que ser arte.
Despues de Embajadores, otro clásico de Madrid es la zona de la Latina. El carácter bohemio y multicultural de la zona dan cabida a un sinfin de posibilidades en el mundo de la fotografía. Esta vez utilizare mi reflex digital. Me llama la atencion un kiosko de prensa repleto de fascículos, casi no deja espacio para caminar, una señora mayor se dispone a comprar el periódico ¡flash! La escena queda capturada.
Me siento en el banco de un parque a tomarme un refrigerio y descansar del largo paseo que estoy haciendo esta mañana. Pero no hay lugar para el descanso, no paran de sucederse actos dignos de ser fotografiados. Un pequeño pájaro se acerca a la papelera que tengo a mi lado, se sube al borde del cubo con deseos de encontrar comida en su interior, parece que lo ha conseguido y antes de alzar el vuelo con destino a un lugar seguro se apoya en el palo de la papelera para sujetar mejor el trozo de comida que ha conseguido. Mientras tanto he estado sacando fotos por si algo interesante hacía y la verdad, esta ultima escena antes de alzar el vuelo, me ha dado una buena foto del reino animal.
Por hoy ya es suficiente, ahora toca visionar las fotos. Mañana al Rastro.
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