El 18 de marzo se celebra la quinta edición de Klubbers. El festival de música electrónica tiene como escenario el pabellón Madrid Arena, en la Casa de Campo. La novedad este año, además del espectacular cartel de dj´s, es la presencia del concepto “green”, para lograr una edición más ecológica y sentar un precedente en este tipo de eventos.
Llego al recinto sobre las 23 horas y encuentro un gran despliegue policial para evitar posibles altercados entre la gran cantidad de público que nos reuniremos durante los tres días. Registros, cacheos, organización, catenarias y mucho control son las notas predominantes en los accesos del festival.
El recinto está formado por cinco áreas claramente diferenciadas. Madrid Arena la sala principal y donde podemos ver a los cabezas de cartel. En Satélite, un pabellón anexo a Madrid Arena, suena house el jueves y techno el viernes y sábado. Arena Club, situada entre Madrid Arena y Satélite, alberga los sonidos más duros. Basement se encuentra en el sótano, el lugar perfecto para lo underground. La última sala, Cafetería, donde los organizadores del festival quieren dar una oportunidad a los colectivos nacionales y DJs que buscan una mayor conexión con el público.
El jueves 18, primer día de festival, la gran apuesta es Trance en la sala principal, con la estrella de la noche, el holandés Armin Van Buuren, que no defrauda y crea un ambiente casi mágico. El viernes 19 es el mejor de los tres días en cuanto a música y asistencia de público. Lleno hasta el anfiteatro exterior, gracias a la mejor música electrónica y, en concreto, al mejor techno nacional e internacional, con Óscar Mulero, Andres Andreas, Murphy o Faithless Sound System, que hace vibrar a los asistentes.
Chasco “verde”
El concepto ecológico de Klubbers Day no queda muy claro ya que no es tan visible como los organizadores hubieran querido. Una de las grandes novedades que ofrece Klubbers es la autogestión eléctrica de la cabina del Dj a través de un suelo especial que genera energía con los bailes de los asistentes. Desilusión o chasco, son algunos de los adjetivos que se le pueden dar a esta iniciativa; de los miles de metros cuadrados de todo el recinto sólo una pequeña plataforma de unos 20 metros cuadrados se ha destinado a esta propuesta.
Una de cal y otra de arena para la 5ª edición del festival
Los precios desorbitados de las consumiciones (un tubo de cerveza 5€, una copa 10 y dos, 15) y los colapsos en los servicios, con inundación por rotura de un inodoro incluida, son algunos puntos negativos de la organización del festival. La ampliación de la duración de Klubbers hace dudar, en un principio, sobre la asistencia de público el 18, día extra. Pero, afortunadamente, el jueves no defrauda y cuenta con números muy positivos.
“Buen rollo” y buena música
Como siempre en este tipo de festivales, el “buen rollo” predomina sobre cualquier cosa. El público, formado por gente joven de toda la geografía española, no olvida el objetivo de Klubbers: pasar un rato divertido y no parar de bailar.
Ahora toca descansar aunque quedamos a la espera de la próxima edición, Klubbers Day 2011 nos espera.
